En esta época tendemos a reflexionar sobre el año que pasó, y frecuentemente nos enfrentamos con la conclusión que:

1.     El año pasó volando

2.     No tuvimos tiempo de lograr todas las cosas que queríamos lograr

Cuando esto ocurre, mentalmente cambiamos las metas que teníamos en la columna del 2021 y las movemos a la del 2022. Inclusive, hay metas que quizás tenemos tres y cuatro años pasándolas de columna en columna. ¿Por qué usualmente empezamos enero y febrero disciplinadas, motivadas y con impulso, pero entre una cosa y otra estamos nuevamente preguntándonos en diciembre qué pasó?

Antes de tratar de encontrar una respuesta a este dilema, les hago otra pregunta. ¿Cuántas de ustedes son como yo, que si tengo a alguien esperándome en el gimnasio, sea una amiga o una entrenadora, las posibilidades de que vaya aumentan enormemente? ¿Qué tal si aplicamos el mismo concepto de tener una “entrenadora” para lograr nuestros objetivos de ejercicio a todas las metas que nos proponemos?

Tener a alguien acompañándonos en nuestras metas es una forma de accountability, altamente efectiva en ayudarnos a lograr resultados. La palabra accountability, a mi criterio, no tiene una traducción al español (aunque comúnmente es traducido como responsabilidad), pero su significado se asemeja a la “rendición de cuentas”. El diccionario Merriam-Webster define esta palabra como “una obligación o disposición de aceptar responsabilidad o dar evidencia por acciones propias”.

En Balanza, hemos acuñado el término de “Socia de Rendición de Cuentas”, refiriéndonos a esa persona que nos ayuda a mantenernos responsables de nuestras propias acciones a través del seguimiento y el acompañamiento. Esto ocurre porque tendemos a asumir mayor responsabilidad cuando involucramos a otros, particularmente si es alguien a quien respetamos y admiramos.

En mi opinión (alineada a numerosos estudios), esta es la clave para lograr resultados y cambios de hábitos. En una investigación hecha por la Asociación de Desarrollo de Talento de los Estados Unidos, se determinó que las personas tienen distintas probabilidades de lograr una meta dependiendo de su acción específica y se desglosa de la siguiente manera:

1. Tener una idea o una meta general: 10% de probabilidad de cumplir la meta
2. Conscientemente decidir que lo vas a hacer: 25%
3. Decidir cuándo lo vas a hacer: 40%
4. Planear cómo lo vas a hacer: 50%
5. Contarle a una socia de rendición de cuentas que lo vas a hacer: 65%
6. Agendar reuniones recurrentes de seguimiento con dicha socia: 95%

Este estudio evidencia que para lograr las cosas se requiere práctica. Escribir todos los días, hacer ejercicios, comer saludable, hablar un nuevo idioma etc. son prácticas que van mejorando gradualmente, demostrando resultados en base a la repetición. El manejo de las finanzas es igual. No basta con saber lo que tienes que hacer, sino que es crucial hacerlo de manera consistente y rutinaria. Para esos fines no hay nada más efectivo que tener un aliado que te acompañe y te pida respuestas.

En Balanza, es usual que durante la llamada introductoria nuestra clienta nos diga que ha realizado talleres para el manejo de las finanzas, pero no obstante este conocimiento nunca ha podido implementar estos cambios en su totalidad. Después de muchos “¿por qué?”, la respuesta final más común es “no tenía nadie que me diera seguimiento”.

Con esto en mente, y ahora que se aproxima el principio de un nuevo año, les comparto estas tres recomendaciones:

1. Establece Metas SMART (por sus siglas en inglés)

Para poder garantizar un seguimiento idóneo, las metas deben ser: específicas, medibles, alcanzables, relevantes y con un límite de tiempo. En vez de decir “quiero organizarme con mis finanzas” cámbialo a “quisiera saldar RD$480,000 en deuda durante los próximos 12 meses”. Luego, divide esa meta en acciones mensuales y hasta semanales para lograrlo. Por ejemplo, haces un plan financiero considerando el pago de un pasivo recurrente mensual de RD$40,000 al mes para lograr tu meta macro (o RD$9,200 aproximadamente semanal).

Adicionalmente, recomiendo dividir las metas en cuatro categorías: familia, finanzas, salud / ejercicio y fe (si aplica). El desarrollo humano incorpora diversas facetas para que sea verdaderamente integral. El crecimiento de una de las áreas muchas veces conlleva paralelamente el crecimiento de otra.

2. Escoge a una Socia de Rendición de Cuentas

Existen asesores, coaches y expertos en cualquier rama relacionada con lo que quieras lograr y su objetivo principal será apoyarte en lograr tus metas. Sin embargo, no necesariamente tienes que incurrir en gastos para tener un compañero de responsabilidad.  Si no deseas invertir en este proceso, identifica alguien en quien confíes y que será honesta y estricta contigo (cualidades esenciales para que esto sea exitoso). Por ejemplo, las emprendedoras pueden identificar a otras dueñas de empresas con objetivos similares en gremios o eventos de networking.

3. Establece una Reunión Recurrente

Lo más crucial para aprovechar el poder de la responsabilidad es la continuidad a través de reuniones recurrentes. Agenda un espacio semanal o quincenal con tu Socia. Respeta y honra este tiempo, considerándolo como algo tan sustancial para tu crecimiento como una cita con un cliente o una reunión con tu jefe. Entre reuniones toma nota de tus avances y llega al encuentro preparada. La dedicación que le demuestres a esto se reflejará de manera evidente en tus resultados.

En Balanza tenemos reuniones con nuestros clientes dos veces al mes, y semanalmente hay seguimiento por teléfono o por mensajes de texto. Hemos visto como el contacto constante aporta al cumplimiento de metas y compromisos financieros.

Cambiar, adoptar nuevos hábitos y lograr metas ambiciosas no es fácil. Acepta que nadie es perfecto y que habrán retrasos o situaciones que cambian nuestro enfoque. Las mejores apuestas se hacen cuando uno aumenta las probabilidades de ganar y 95%, para mí, es casi una garantía de éxito.

[1] Accountability: An obligation or willingness to accept responsibility or to account for one’s actions.