¿Por qué se nos hace tan difícil hablar de dinero?
En los 90s, Salt-N-Pepa lanzó una canción que se llamaba “Let’s Talk About Sex” (Hablemos de Sexo). Era el pico de la crisis del SIDA y la canción buscaba crear conciencia sobre los peligros del sexo sin protección. A través de su ritmo contagioso, instaba a las personas a tener discusiones abiertas y honestas sobre temas sexuales, y a su vez se manifestó como un canto contra la censura de las discusiones de esta índole en los medios.
Ahora, necesitamos una revolución similar con respecto al dinero. Es tiempo de lanzar el nuevo disco de 2022, “Let’s Talk About Money” (Hablemos de Dinero).
Al igual que el sexo, así como la política y la religión, el dinero es uno de esos temas que las normas sociales nos dicen que no se deben discutir. La norma social nos indica que es de mal gusto hablar de cuánto tenemos ahorrado. Somos reticentes al momento de discutir nuestros salarios con nuestras colegas. Evitamos preguntarle a nuestras amigas cuántopagan de alquiler o de mantenimiento, aunque esa información nos pueda servir para armar nuestro presupuesto. Inclusive, ni a las empresas en República Dominicana les gusta hablar con apertura y franqueza sobre el dinero. Por eso, uno de los retos que tiene nuestro mercado de valores es la transparencia financiera de las empresas.
¿Por qué evitamos hablar sobre el dinero?
- Tabú social. Recalcando el punto anterior, nos han condicionado a creer que hablar de dinero es mala educación.
- Comparación constante. Asumimos que los que tienen la casa impecable, el carro del año y las súper vacaciones deben saber cómo manejar su dinero. Entonces nos sentimos inadecuadas por no haber logrado lo mismo. Y las redes sociales no ayudan. Antes uno se comparaba con las personas de su entorno inmediato, ahora tenemos acceso a las vidas de miles de personas en un instante. Nos cohibimos de preguntar por qué entendemos que todos los demás ya descifraron lo que nos cuesta tanto.
- Aprender del dinero es intimidante y muchas veces nos cuesta romper con hábitos o ideas erróneas que tenemos de nuestra niñez. Una investigación de la Universidad de Cambridge determinó que los niños empiezan a aprender sobre el dinero a los tres años y que la mayoría de sus sentimientos y actitudes hacia el dinero están formadas a los siete[1]. Los niños aprenden observando (el refrán de que un niño es una esponja es verdadero). ¿Qué comportamiento es el más evidente o el más fácil de observar? El de gastar. El resto—ahorrar, hacer presupuestos, invertir, donar—normalmente pasa sin que ellos lo perciban porque no lo hacemos de manera explícita. Por eso es que, en el 2009, se determinó que estudiantes de hogares donde se hablaba abiertamente de las finanzas tenían menos probabilidad de tener problemas con gastos impulsivos y tenían niveles menores de deuda de tarjeta de crédito[2].
- Nos da verguenza pedir ayuda. Nadie nace con un entendimiento innato sobre cómo administrar su dinero, pero a la mayoría nos da vergüenza pedir ayuda. “Es difícil para la gente hablar de dinero porque no existe un estándar de medición para las métricas financieras”, dijo Shannon McLay, ex asesora financiera de Merrill Lynch y fundadora de The Financial Gym, una firma de planificación financiera en Manhattan. “Todos conocemos los números de la salud física, como el índice de masa corporal (IMC), el peso y las tallas de ropa, para que podamos evaluar dónde nos ubicamos en ese espectro”, dijo la Sra. McLay. “Debido a la falta de métricas financieras, las personas sienten miedo o vergüenza sobre cómo se ven sus finanzas”. Al carecer de estas métricas definidas, partimos de puntos de comparación irrealistas.
La sociedad no promueve las conversaciones transparentes acerca del dinero, sin embargo, este diálogo es una de las formas más eficientes para cambiar nuestro panorama en este ámbito. ¿Entonces, cómo lo logramos?
- Habla con tus amigas. Tómate el atrevimiento de preguntarle a una amiga, “¿cuánto ganas?” “¿Cuánto tienes ahorrado y cómo lo has logrado?” “¿Cómo te divides los gastos con tu pareja?” Hablar con amigas sobre tu situación financiera es fundamental para romper el tabú sobre el dinero. Mientras más compartan, más oportunidades tendrán de aprender unas de otras.
- Inicia conversaciones con tu pareja. Se nos hace más fácil desnudarnos físicamente con una pareja que hablar de dinero. En Balanza, frecuentemente observamos que nuestras clientas no conocen exactamente cuánto ganan sus parejas. En honor al mes del amor y la amistad, les pasamos estas preguntas para romper el hielo con tu pareja y para que empiecen a hablar abiertamente de sus finanzas, sobre todo si aún no están conviviendo o no se han casado.
- ¿Cuál es el mejor consejo financiero que has recibido?
- ¿Cuáles son tus metas financieras a largo plazo?
- ¿Cómo mides tu éxito financiero?
- ¿Qué pregunta tienes sobre el dinero que siempre has querido hacerle a alguien?
- ¿Cómo enfrentarías un gran gasto inesperado? ¿Tienes dinero ahorrado o alguien a quien podrías pedirle ayuda?
- ¿Actualmente estás ahorrando dinero para tu retiro? ¿Estás contento/a con lo que estás ahorrando?
- ¿Actualmente te manejas con un presupuesto?
- ¿Qué es lo que desearías que tus padres hubieran hecho de manera diferente financieramente?
3. Busca ayuda. Esta opción no es excluyente de las dos anteriores, pero entendemos que existen temas o conversaciones que se quieran mantener privadas. En estos casos, busca a un tercero no relacionado que te pueda ayudar. Lo importante es que abras los canales de comunicación.
Cuando empezamos a hablar del dinero, a menudo nos damos cuenta de que no somos las únicas con preguntas e inquietudes. Las finanzas pueden ser un mundo complejo para navegar. Hablar puede ayudarnos a obtener aliadas o socias de rendición de cuentas que nos mantengan encaminados para alcanzar nuestras metas. Así que, “Let’s Talk About Money”.
[2] http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0167487009001044
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